Tuesday, March 27, 2012

Socializando con paisanos, descubriendo más bichos, y buscando habitación

Como bien dice Valentina, una italiana de mi curso, aquí es fundamental ser social y sociable, hay que relacionarse, buscarse compañeros de fatigas hasta debajo de las piedras. Y yo, que soy muy bien mandá, ahí que me puse a socializar en el grupo de FB "Españoles en Sydney". El producto de mis incursiones fue quedar el viernes por la noche en un sitio que se llama Spanish Club, que lleva 50 años abierto, con el tío que me intentó arreglar la cosa del micrófono en mi ordenador, y una pareja que lleva 2 semanas en Sydney. El catalán, ella ya no me acuerdo, pero ex-residentes en Sevilla y en busca de una nueva vida aquí. Pasamos un buen rato intercambiando experiencias e inevitablemente hablando de la cantidad de chinos que hay.

Pero eso fue por la noche. Por la mañana me cogí un bus con el único fin de visitar Rose Bay, sitio del que me habían hablado muy bien y en el que ando buscando también alojamiento. La verdad es que era muy bonito. No tanto como Watsons Bay, pero tenía el mismo aire.

Lo mejor de la visita a parte de las vistas, es el café que me tomé al solete en una terracita, que estaba buenísimo, y yo tan a gustito, mirando al mar.

Aquí unas instantáneas de Rosebay. Por un lado se ve el mar...
 ....y por el otro las casitas.



El domingo quedé con esta pareja de aventureros y nos fuimos a dar una vuelta por el Jardín Botánico, que ya os dije, es una maravilla. En mi otra visita no me percaté de la existencia de enormes murciélagos, que te pasan volando por encima y te dan bastante susto, porque son tan grandes como ratas. Por lo visto en el Jardín Botánico son una plaga, y están haciendo todo lo posible para que no vengan más, porque destrozan los árboles. Estas son las mejores fotos que he podido hacer. ¿Veis eso que parece fruta colgando de los árboles? Pues fruta no, murcielagazos.



Hoy martes ha sido un día bastante hiperactivo. Por la mañana he estado venga a buscar y buscar alojamiento, y después me he ido a GreenCross Vets, que viene a ser lo mismo que la Cruz Roja solo que para animales (Vets = Veterinarios). Allí he tenido la suerte de encontrar a un agradabilísimo caballerete de nombre Andrew, que me ha asesorado sobre dónde buscar trabajo en éste área y me ha dicho además que hay muchísimas ofertas porque la profesión de enfermería veterinaria está muy demandada, así que me he venido arriba. Me ha dado un par de webs donde se dedican a publicar ofertas en ese campo y he salido de allí tan contenta.

Después he conocido al chino James. El Chino James es el dueño de una casa que he ido a ver este mediodía, donde alquilaban una habitación. Y al hablar por teléfono y decirme que se llamaba James, yo muy jovial porque creí que por fin iba a tratar con un australiano. Pero no, claro. Que era chino (vietnamita, coreano, japonés... yo no distingo). El Chino James me ha enseñado una habitación que era un cubículo, como si te meten en el camarote (minúsculo) de un barco, con el techo bajo, los tres muebles que tenía minúsculos también... y yo pensando que le alquilaría la habitación a un enano, porque yo no es que sea muy alta, pero ahí... coger no cogía. 190 dolares semanales por el espectáculo de doblarte en cuatro para vivir en esa guarida. Sí, incluye internet, claro (para enanos también). Por otro lado la cocina estaba bastante asquerosita y lo que llamaba pomposamente living room era una habitación llena de polvo y trastos... 

Y poco más que contaros por ahora de mi existencia boca abajo. El fin de semana promete, porque iré a ver más casas y correré muchas más aventuras. 

Adios amiguitos!! No olviden supervitaminarse y mineralisarse!!




Saturday, March 17, 2012

Visitas a Manly y Watsons Bay, y primer piso inspeccionado

Tengo que hablaros de los chinos. Tienen una especial obsesión por los perfumes extremadamente empalagosos, no sé si baratos o caros. Total que vas por la calle y como hay tantos y se ponen tanto perfume, cada dos por tres es "puaj! puaj! puaj!" e intentar cerrar los conductos respiratorios a toda costa porque la peste es importante.

Por otro lado, el chino puberto lleva en la ducha un rato desaconsejable. Tanto, que yo creo que tiene cagalera. No sale el tío, y se me ha colado como todos los días.

Los fallos del directo:

El primer día que fui al College me metí en el baño de los tíos... Lo cual en mí no es nada raro porque tiendo a confundirme con una frecuencia sospechosa. Pero es que, amiguitos, esa tarde me metí no una, sino DOS veces en los susodichos servisios. La primera tuve suerte porque no había nadie. La segunda fue más arriesgada, toda una hilera de caballeretes en plenas necesidades orinatorias y yo ahí, entrando hasta el fondo, cual toro de Miura.

Y después de muchos días sin contar nada, este post me va a salir larguísimo. Os tengo que relatar mi visita a Manly Beach, que hice en Ferry pero sin ropitas de playa, con lo cual no pude disfrutar la estancia en toda su grandeza.

Llegué en Monorail a Circular Quay, el puerto desde el que se coge el Ferry. Puede sonar muy chulo, y de hecho cuando lo ves desde la calle te parece chulo, pero es bastante cutre. 4 dólares me costó la bromita y yo creía que iba a tener grandes vistas desde las ventanas. Pues no, porque estaban sucísimas y además todo lo que se ve son ventanas de edificios. Tiene su gracia la vista a Darling Harbour, pero ya lo conocia.


Esto de abajo es lo que se ve desde el monorail cuando pasas por Darling Harbour.

 Y a continuasión, algunas vistas desde el Ferry que me llevó a Manly. Pero no se confíen, que después viene más texto.



Esto es Manly. Desde el Ferry parece muy mono y eso, pero a mí no me pareció mejor ni peor que cualquier sitio EPAÑÓ con playa.

 Esta es la playa grande de Manly, bastante bonita y llena de surferos por doquier.


Y aquí la prueba palpable de que a esta gente le gusta también el cambalache playero. Dos pruebas que dejo reflejadas en disimuladas instantáneas.

 La vista de la ciudad llegando desde Manly.

Un par de días después le propuse al brasileño que por qué no nos íbamos por la mañana a coger un ferry a cualquier lado, porque estaban haciendo (hasta hoy) unos días de sol estupendos. Al final acabamos por recomendación de Jeanette, trasladándonos a Watsons Bay en Ferry. Watsons Bay es un sitio del que me enamoré nada más verlo.


Tiene su puertito con sus barquitas y casitas...

También tiene unas impresionantes vistas a la ciudad...
 ...más barquitos y casitas...
 ...y un precioso y agradable parque nada más llegar.

 En lugar de nubes de turistas, hay el número justo de gente. Se respira paz y placidez, los pajaritos cantan, las señoras van con sus niños al parque... en fin, que era un entorno de lo más apetecible y además las casas que vimos tenían bastante buena pinta. Incluso llegué a plantearme la posibilidad de buscar habitación por allí de tanto como me gustó, pero los horarios del Ferry no lo hacen posible.


 Esto es lo que se ve desde The Gap, la  zona más alta de Watsons Bay. Era una maravilla, la verdad.



Ah! Y este es Flavio, el famoso brasileño. Tiene 24 años y es abogado, y aunque generalmente vamos cada uno a nuestra bola, de vez en cuando nos juntamos y lo pasamos bastante bien (a parte de que, si no se ha perdido por ahí con sus amigos, solemos volver a casa juntos en el bus).

 Recorriendo Watsons Bay me acordé de mi sobrina Beatriz cuando vi "su" coche :-).

 Y esta es la playita donde nos sentamos plácidamente a tomar una Coca Colita después de la caminata.
¿Sabéis cuando estáis tomando el sol en la playa y de repente aparece gente vestida y con mochila paseando por el borde del mar y os parece rarísimo? Pues esos éramos nosotros, los paseantes vestidos y con mochila, y sin bikini ni toalla. Se me va a venir encima el otoño de Sydney sin haberme dado un baño en el mar!


Tengo que deciros que todos estos periplos que me hago, no serían posibles sin éstas

Me las regaló mi querida cuñadita, y los saquetines también! 


Y tenía que enseñaros el artefacto lavadora, que es éste que se ve abajo, tan moderno, tan del siglo XXI.

Por lo demás contaros que en los últimos días he empezado a buscar habitación para mudarme, y aquí no se estila eso de habitación individual. Todo el mundo comparte, por lo que he visto en mis primeras búsquedas. Y lo de compartir habitación me da una PEREZA TREMENDA.

Hoy he ido con Flavio a ver una habitación individual cerca de la Estación Central, buen sitio en principio... y dios mío... aquello era un zulo. El tío todo contento explicándonos qué incluía el precio, enseñándonos una cocina asquerosa, un baño harapiento e igual de asqueroso, y una habitación enana donde pone un colchón y ya le llama habitación. Eso sí! Con internet de banda ancha incluída en el precio como gran ofertón.

Nos ha contado que es detective privado (madre mía), decía que ya sabía que era barato (de barato nada...), pero que el ofrecía muy buen servicio y no sé qué. Y luego además va y nos cuenta que él viene a veces y pasa la noche en un colchón en el "salón"... y mientras nos enseñaba orgulloso la televisión de enorme pantalla que tiene ahí puesta al lado de una nevera enorme pero llena de polvo. No sabéis la mierda que había dentro... Incluso cosas de él por todas partes que yo miraba hasta que le he preguntado si pensaba quitarlas y me ha dicho que no. Terrible.

Cuando por fin hemos salido de allí, porque el tío no paraba de hablar, nos hemos mirado las caras asustados y partidos de risa de la cutrez que acabábamos de ver.

Mañana tengo que ir a ver un piso en Bondi Beach, cerquita de la playa, donde viven un par de estudiantes. Y también contacté con una española que tiene un loft muy cerca del centro. Y esta tarde me doy vacaciones, que para eso es sábado :-)

Thursday, March 8, 2012

Mi primera cerveza, un día en la calle y el jardín botánico

Iba yo toda pardilla recorriéndome las calles del centro en pos del Consulado Español, que encontré con pericia gracias a que en la puerta de ZARA hay wifi. Me habían indicado el número 289 de Market Street, que no tiene ni 100 números, así que iba bastante despistada hasta que me topé con la preciada wifi.

El Consulado Español está situado en una de las zonas más comerciales de Sydney. Donde están Hermés, Prada y Gucci, y entre ellas también Zara. Por allí vi estas cositas que os enseño aquí abajo.



La torre de arriba es mucho más impresionante en directo. Esta justo al lado del edificio de tiendas de la otra foto. No se aprecia, pero es todo como muy brillantoso, lleno de dorados, y lucecitas por todas partes.

También os muestro mi reciente adquisición, sustitutiva de un bolso. Hay que llevar el abanico, el paraguas, la cámara, los libros de texto para el cursito, el tabaco, la cartera, las llaves... todo eso no cabe en un bolso así que la mochilita (no es tan brillantosa como parece en la foto) es un bien fundamental. La lástima es que esta, adquirida en Paddy's Market (barato barato) no es impermeable, y el otro día en una lluvia fortísima que cayó estuvo a punto de provocar EL desastre, porque dentro llevaba el ebook, la cámara y el móvil., bienes todos ellos muy necesarios.


Bien, pues llego al Consulado, y aunque están en Australia, mantienen sus maneras españolas. Aquí hasta los bancos están abiertos hasta las 4 de la tarde, pero los españoles no... no señor. Horario de 9:00 a 14:00, como está mandao. Así que me iba a dar la vuelta para irme según llegaba y me topo con un paisano con el mismo problema que yo. Resulta que es de Pamplona y no tiene cosa mejor que hacer que venirse conmigo e invitarme a una caña. Un encanto! Esa fue mi primera cerveza australiana, en un sitio bastante agradable cerca de la escuela.

Al día siguiente quedé con Edu y Bibiana en la Opera, nos sonrió la suerte y al final se quedo bastante buen día, sin caer una gota.

Aquí tenéis por fín la foto de la Opera que tanto pedía alguien por ahí. Y no salgo yo, pero es que yo nunca salgo en las fotos que hago :-). El edificio es impresionante, tiene escaleras y entradas y salidas por doquier, y la visita, que hicieron Edu y Bibiana, dicen que es interesante.


La Ópera está enclavada en plena bahía de Sydney, y esto es lo que se podía ver desde la parte más alta de las escaleras. Ese enorme trasatlántico está anclado en los muelles de Circular Quay, que es también desde donde salen todos los Ferrys que hacen la ruta de la bahía y van a las playas que yo todavía no he visto.


Al otro lado más bahía y una esquinita del jardín botánico que es una preciosidad de la que tengo también algunas muestras para más tarde.


Y esto de abajo es Circular Quay por excelencia, que además, como se ve en la foto, también incluye muchos edificios del business australiano.


Podrían haberle puesto un nombre entretenido, currado, pero bueno, se llama the Sydney Harbour Bridge, y es bastante más impresionante que en la foto.

Más circular Quay...

Y las gaviotas!!. Fijaos qué cerca tengo a ésta. Está fotografiada con mi objetivo, lo que pasa es que la tía se puso a 20 cms de mí. Son bastante descaradas, un equivalente de las palomas en Madrid, y me parecen por cierto más bonitas que las gaviotas que nosotros conocemos. Como más limpitas, pero vamos, son igual de gorronas.

Después de ver a bibiana y Eduardo en la Opera y tomarnos algo juntos, ellos se cogieron el Ferry a Manly y yo me bajé por el jardín botánico a la escuela. Me habría ido a Manly (playas), pero no puedo empezar a hacer peyas al segundo día de clase!

Así que me fui andandito andandito por ese maravilloso Jardín Botánico, intentando infructuosamente hacer fotos a los pájaros. Había muchísimos, y la mayoría preciosos pero estaban subidos a los árboles y así no hay quien haga fotos.

Estos árboles de abajo son gigantescos y están por doquier. No sé cómo se llaman en español, pero son esos que se les caen las ramas solas y si te pilla debajo mal asunto.



 Y el resto, profusión de fotos de flowers, que eran una maravilla de ver, y unas últimas fotos muy curiosas.













Mirad qué antiguas estas niñas de uniforme con sus gorritos!! Tuve que hacerles la foto para que la viérais porque me pareció curiosísimo.

Ah, y que no se me olvide enseñaros que me despierto esta mañana, me voy a desayunar, y me encuentro esta sorpresita en el plato. Jeanette es así!